La inseguridad de las aseguradoras, o lo que es lo
mismo: la indefensión del ciudadano cuando le roban en una cafetería
supuestamente “sin violencia”… ¿o no es violento ya que a uno le roben todas
sus pertenencias -DNI, tarjetas de crédito, carnet de conducir, móvil y bolso-
y le dejen a uno “desnudo” y sin medio alguno para identificarse? Pues bien,
les relato a continuación lo que hay que hacer en el caso de que les suceda a
ustedes lo mismo, aunque no sea “políticamente correcto”, pero como de las
lecciones se aprende y las redes sociales nos permiten divulgar con rapidez lo aprendido,
les cuento cómo deben hacer una denuncia para que su “Seguro” les responda
adecuadamente y cubran al menos medianamente los gastos del siniestro -o robo o
hurto- ocurrido. No pequen, como yo, de pardillos, ni hagan uso de su buena fe
y esperanza en la justicia, porque esta casi nunca existe para el ciudadano de
a pie.
Cuando le roben “sin violencia”, no lo digan; cuenten siempre que le han
tirado al suelo, que le han empujado, pegado, estrujado, insultado, vejado…
cualquier cosa que no sea sólo “me he dado cuenta cuando el ladrón salió
corriendo con mi bolso” porque eso le deja a usted más despojado todavía. Finja,
y déjelo por escrito en la denuncia que haga usted en la comisaría, que conste,
para que luego su “Seguro” le escuche, porque si no ha habido violencia, usted
sigue estando en el paradero de nadie, es decir, no tiene ningún derecho que le
ampare.
Ahora, eso sí, si le han tirado por la escalera, le
han roto un brazo o le han hinchado un ojo, entonces hablan con usted y le
valoran sus pertenencias. Pero recuerden, si las gafas las llevaba puestas,
entonces las valoran, si iban guardadas no; si el móvil lo llevaba en la mano,
también, pero si lo había metido dentro del bolso entonces olvídese. Es decir,
sea un ciudadano “incorrecto”, llévelo todo en la mano, llamando la atención de
los ladrones, porque si lo guarda en el bolso y se va tomar un café y lo coloca en el reposabrazos
de la silla, usted NO está siendo un ciudadano ejemplar, porque para las
aseguradoras usted está “escondiendo” sus pertenencias.
En definitiva, que han de llevar el móvil en una
mano, que se vea bien, la cartera en la otra, el DNI entre los dientes y el
bolso colgado… ¡pero vacío! Sólo así usted podrá sentirse seguro, porque así su
aseguradora, en el caso de que le roben o hurten “con un empujoncito”, ellos,
los que le aseguran, estarán ahí para atenderle muy amablemente y abonarle todo
lo que proceda.
Paradoja de la vida… y yo creyendo que el café que
se había tomado el ladrón en la mesa de al lado servía para aportar las huellas
y el ADN a la policía… no estamos en EEUU ni aquí existe el CSI. Vivimos en un
país de ladrones y chorizos en la más amplia extensión de la palabra.
¡Tomen nota!
Paloma Mínguez de Alarcón
(Periodista)
No hay comentarios:
Publicar un comentario