“Estimado
presidente, a través de la presente le comunico la dolorosa determinación de
poner fin a mi militancia.” Así comenzaba la carta donde Santiago Abascal le
comunicaba a Mariano Rajoy su marcha del Partido Popular el pasado lunes. El
motivo principal, la gota que ha colmado el vaso, venía a raíz de la
excarcelación masiva de terroristas tras la derogación de la Doctrina Parot y
ante la que, según el ex diputado vasco, la actuación del Gobierno ha sido
“indigna” hacia las víctimas del terrorismo, “traicionando sus ideas y
valores”.
En un
momento donde económicamente a España empiezan a brotarle brotes verdes, y
valga la redundancia, la opinión pública con respecto al Gobierno no termina de
mejorar. Así, Abascal alegaba en su carta otra serie de motivos determinantes
que le han llevado a poner fin a su militancia: “la actitud pasmada y pasmosa
ante el desafío de los dirigentes separatistas”, “la negativa radical a abordar
una reforma profunda del modelo autonómico”, “el aumento de la presión fiscal”
o “la falta de medidas ante la corrupción” se encontraban en esa lista de
causas.
"La opinión pública con respecto al Gobierno
no termina de mejorar"
Sin embargo,
si de algo bueno se ha caracterizado la derecha ha sido por ser la que mejor ha
defendido siempre a las víctimas de ETA. De hecho, las mejores épocas de lucha
contra el terrorismo han sido durante los gobiernos del Partido Popular. ¿Agua
pasada? Más bien me atrevería a hablar del complejo de la derecha. Parece que
en España siempre resulta mucho más popular hacerle un guiño a la izquierda. Y
la consecuencia de esto es que muchos sectores de la derecha se resisten a
reconocerse como tales, dejando de lado los principios por los que se
regían… Algo que quizá le esté pasando
al actual Gobierno. Pero en temas de terrorismo sólo puede existir la mano
dura, por muy impopular que resulten las medidas.
"La derecha siempre ha sido
la que mejor ha defendido a las víctimas de ETA"
Es muy
respetable la decisión tomada por Santiago Abascal, con independencia de quien
decida compartirla o discrepar. Una decisión con la que, tristemente, muchos
españoles se sienten identificados. Posiblemente el perjuicio que pueda
producir el ex diputado vasco a “la inamovible cúpula” del Gobierno sea muy
limitado, pero el efecto de sus palabras ha calado en una masa electoral hace
ya tiempo descontenta.
"Muchos españoles se sienten identificados
con la decisión de Santiago Abascal"
La población
española está harta de los discursos mitin y la reproducción exacta de todas
las decisiones gubernamentales por parte de muchos miembros del partido.
Hace falta espíritu crítico y valentía
de principios. Porque los principios están ahí, no son inexistentes, pero hay
que ser valientes para saber defenderlos. El Partido Popular no necesita
renovarse, sino recuperar los valores de antaño. La marcha de Abascal debería
servir como autocrítica al Gobierno, ya no solo de cara a las próximas
elecciones –para no perderlas-, sino como un compromiso esencial con sus votantes
y con el resto de la sociedad española. En España existe la firme tendencia de
atacar al adversario, pero un terrible miedo a reconocer los errores de uno
mismo. Y en eso consiste precisamente el aprendizaje… Sentido común, espíritu
crítico y valentía de principios. Es más que necesario.
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