Resulta tremendamente complejo posicionarse en el
conflicto árabe-israelí, más cuando una se encuentra lejos del campo de batalla
y las informaciones que recibe, en vez de atender a fines periodísticos,
atienden a cuestiones propagandísticas, lapidando con ello la verdad y
focalizando la visión objetiva de la realidad. Por eso mismo, me voy a posicionar
del lado de aquellos que verdaderamente anhelan la paz. Y hablo de una paz
real, no de aquella que ilusamente algunos piensan que se consigue con más
bombas.
Parece que en España, si eres de derechas, por el
mero hecho de serlo, tienes que apoyar a Israel; del mismo modo que, si
simpatizas con la izquierda, se te cataloga con Palestina. Y se nos olvida así
una cuestión fundamental que deriva de esa humanidad que a menudo se nos
escapa: la población civil.
Llegados a este punto, me gustaría realizar una
distinción clave: no debemos confundir a Hamas con Palestina, así como usar a
los judíos como sinónimo de sionistas. Nunca ha sido correcto generalizar.
También debemos tener clara la ventaja militar con la que cuenta Israel y de la
que le gusta hacer gala en todas sus ofensivas, así como el uso de escudos
humanos por parte de Hamas a su población civil. Pero, ¿qué es exactamente el
terrorismo? Con el tiempo he aprendido que ni la ONU tiene una definición
exacta, pues depende más del actor que lo realiza que del acto en sí.
Para finalizar, y siguiendo la línea de David
Harris-Gershon, tengo que decir que posicionarme del lado de la población civil
de Gaza no me convierte en una persona que apoye el radicalismo de Hamas o las
actuaciones de Israel, ni siquiera me convierte en una antisemita. Simplemente,
me hace ser humana.
Hablemos de humanidad.
(Texto publicado en http://theobjective.com/blog/es/andrea-mateos/2014/08/21/hablemos-de-humanidad)
Andrea Mateos
@prepyus
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