08 agosto 2014

La guerra fotográfica


El morbo de algunos medios por recrearse en mostrar imágenes de guerra llega hasta límites insospechados. Dicen que lo que no ha sido fotografiado no ha ocurrido, y piensan que las imágenes despojadas de morbo no tienen tirón… o al menos no el que ellos esperan alcanzar en cifras de audiencia.

En los últimos días no paramos de observar en Gaza fotografías que muestran los inertes cuerpos de niños indefensos “reducidos en su indefensión”, como definiría la novelista Susan Sontag. Están tan perfectamente fotografiados que se les puede adivinar su identidad. Para algunos la identidad lo es todo.

Puede ser que esas imágenes perduren más en la memoria. Leí una vez que la mayoría de las personas únicamente identifican la Crucifixión de todas las imágenes canónicas. Pero, ¿realmente es necesario? ¿Tiene valor real periodístico? Quizá su publicación  se deba más a fines propagandísticos que informativos.

En tiempos de guerra el “nunca olvides” es una premisa básica. Una imagen es capaz de refrescar la memoria y desatar los sentimientos que más escuecen al alma. Volviendo a Susan Sontag: “para la reconciliación es necesario que la memoria sea defectuosa y limitada”. Reflexionemos. Sin ninguna duda, la fotografía cumple un papel fundamental en la prensa y, gracias a ella, el lector puede transportarse hasta el lugar de los hechos muchas veces sin ni siquiera llegar a leer la noticia. Pero el código ético de la profesión establece que nada puede ser a costa de todo. Nadie duda de la veracidad de esas imágenes. Pero creo que realmente no es necesario ni tiene un valor informativo real recrearse en el dolor de los demás. Como todo en esta vida, existen unos límites. ¿La guerra fotográfica? Krieg dem Kriege! (¡Guerra contra la guerra!)
Basta ya.

(Texto publicado en http://theobjective.com/blog/es/andrea-mateos/2014/08/07/la-guerra-fotografica)



Andrea Mateos
@prepyus

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