Dicen que del odio al amor, y del amor al odio, hay
un único paso, como una delgada y finísima línea fronteriza que los separa. ¿Se
puede odiar al amor? El día de San Valentín, hasta para aquellos que no lo
celebran bajo causa de apatía y de la inapetencia de un “aquello no va
conmigo”, despierta, no obstante, los sentimientos más profundos y arraigados
de todo ser pensante.
¿Debe tener el amor un día especial en el
calendario? ¿Debemos ser en San Valentín más amorosos y detallistas que nunca?
Cierto es que hay que amar todo el año y no un único día de los 365. Entonces,
¿a quién se le ocurrió la genial idea de ponernos a toda la humanidad de
acuerdo para quererse y hacerse regalos en una fecha determinada? ¿No resulta
ridículamente absurdo?
San Valentín… ese día donde las parejas hacen
público su empalago indigesto al “mundo mundial”, como diría Elvira Lindo, en
una competición por subir a la red el mayor número de fotos y estados ñoños
posibles. ¿Cómo sino van a saber los demás lo felices que son y lo
maravillosamente bien que les va? Ay, amigo, a veces hay tal abismo entre el
mundo terrenal y el digitalizado… Se sorprenderían. Intentemos desconectar de
las redes sociales los próximos días.
San Valentín… ese día donde los solteros amargan al personal
con su humor radiactivo o, bien, despotrican, taladran y patalean contra lo
espantoso de tal celebración, riéndose de todo aquel que cae en las aguas
negras de su foso consumista. Pero no nos engañemos. ¿A quién no le gusta
festejar, por hortera y cursi que resulte? Hasta a usted, aunque se niegue a
reconocérmelo. ¡Qué manía con el mercantilismo! Existen días internacionales
para multitud de chorradas y que haya uno para el amor les enerva…
San Valentín… sin duda un día en el que el mundo se
vuelve loco de amor o de odio -¡o de las dos a la vez!- en un intento
atropellado por salir ilesos de ese 14 que les tiene presos. Lo peor es que este
día tan ridículamente absurdo y tan absurdamente ridículo, del que tanta gente
pretende desprenderse, es esperado como un anhelo liviano por tener a alguien
con quien poder pasarlo… ¡Díganme si me equivoco!
Pasen un feliz –o no- San Valentín ;)
Andrea Mateos
@prepyus
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