24 febrero 2013

Un antes y un después en El Vaticano

Hoy es un día inusual en la comunidad católica, una situación que no se daba desde la Edad Media. Benedicto XVI es el quinto Papa que renuncia. El último fue en 1415. Aunque su abdicación no se hará oficial hasta dentro de cuatro días, el próximo 28 de febrero."Mis fuerzas, por la edad avanzada, no son ya las adecuadas para ejercer del modo adecuado el ministerio petrino", dijo en latín el Sumo Pontífice.


Su decisión ha suscitado diversas opiniones. Unos la apoyan y otros, aunque la respetan, consideran que debería continuar hasta el final. Pero lo curioso son las críticas que han surgido entre el sector de los ateos, de los que muchos alegan que debería quedarse hasta el fin de sus días, como sí hizo el anterior. Pero muchos de estos ateos más que ateos sería mejor definirles como anti católicos. Amar lo que uno es no significa odiar lo que no es. Me pregunto qué tendrán en contra de una religión pacifista, como es el cristianismo. El resto de creencias religiosas no parecen ‘incordiarles’. Y desde luego, me resulta tremendamente paradójico que deseen la desaparición de la Iglesia como institución (con El Vaticano como cúspide) y ahora quieran que Benedicto XVI continúe con su mandato.

"Algunos opinan que debería
continuar hasta el final"

Sin embargo, ambas decisiones, tanto la de Juan Pablo II como la de Benedicto XVI, me parecen igual de coherentes y respetables. Porque es respetable que una persona que ha sido encomendada como representante de Dios en la tierra quiera guiar a su pueblo hasta su último aliento; pero lo es también la de aquel hombre que quiera renunciar a su cargo por la falta de fuerzas y prefiera que pongan en su lugar a alguien que sí las tenga, acogiéndose de este modo al párrafo 2 del artículo 332 del Código de Derecho Canónico, que establece que un Papa puede renunciar con libertad y que no se requiere que alguien lo acepte. "En el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado", explicaba el Sumo Pontífice.

"El Derecho Canónico establece
que el Papa puede renunciar con total libertad"

Pero para gusto o disgusto de muchos, el cristianismo forma parte imprescindible y necesaria de la historia de nuestro país. La Iglesia ha tenido un papel decisivo en la formación de lo que es hoy España y no se puede explicar la historia sin acudir a la influencia cristiana. De hecho, hoy en día la mayoría de los españoles siguen siendo católicos. Es cierto que la Iglesia ha cometido errores, como cualquier otra religión o institución, pero son tantos los aciertos que se han producido a lo largo de dos milenios que muchas de las faltas que se hayan podido cometer quedan eclipsadas por su buena labor. No estoy intentando justificar los fallos, Dios me libre, pero en la gran balanza de la vida sigue pesando a años luz lo bueno. Y eso es con lo que me quedo. No hay más que ver su especial dedicación con los más desfavorecidos, destacando la grandiosa y humanitaria acción de Cáritas. O la transmisión del valor de la solidaridad, un valor esencialmente cristiano, aunque les pese a los anticlericales.

"No se puede explicar la historia
de España sin el cristianismo"

Desde luego, el mensaje de la Iglesia va a seguir siendo el mismo. Pero hoy es uno de esos días que van a marcar un precedente en la comunidad cristiana, un antes y un después en El Vaticano que será seguido, seguramente, por los sucesores de Benedicto XVI. Quizá sería un buen momento para que el Papado aprovechase esta inusual situación para adaptarse al nuevo marco de esta sociedad moderna y dinámica y buscase nuevas formas para acercarse a sus fieles… y también a los que no lo son. Porque todos los hombres son hijos de Dios, y el Papa, como representante suyo, no es solo un guía para los creyentes, sino para toda la Humanidad.




Andrea Mateos
@prepyus

23 febrero 2013

La carga política de Los Goya

Días antes de su celebración ya se encontraba en el punto de mira. En 2003 lo hicieron con el ‘no a la guerra’, y este año venía pisando fuerte la idea de que el acto de los Goya se volviera a convertir en un evento de carácter político. Y nada más lejos de la realidad. Una noche atestada de críticas hacia el Rey, Urdangarín, los Príncipes de Asturias, Bankia, o los recortes adoptados por el Gobierno que eclipsaron, en cierta manera, el glamour de la alfombra roja española.



Enrique González Macho, presidente de la Academia de Cine Española, afirmaba que “el cine español no es de los de la ceja, ni de los del bigote, ni de los de la barba, (…) el cine nos pertenece a todos.” Y efectivamente, el cine nos pertenece a todos porque somos todos los que lo pagamos, aunque la mayoría de sus películas no sean representativas. No hacen el cine que el ciudadano espera y, en un amplio sector, es una mayoría la que pone en duda la calidad de sus largometrajes, que estima a la baja. Pero sin duda los ‘protagonistas’ de la noche no fueron los galardonados. Las perpetuas críticas hacia el Gobierno captaron toda la atención de gala. Actores como Javier Bardem, Maribel Verdú o Candela Peña dejaron clara su disconformidad hacia las últimas reformas adoptadas por los populares. Y así lo mostraron reiterativamente en sus respectivos discursos.

"Algunos actores dejaron clara su disconformidad
hacia las últimas reformas"

Resulta paradójico escuchar a un ‘heroico’ Javier Bardem en apoyo de una sanidad pública cuando meses antes había reservado una planta entera en una de las mejores clínicas privadas de Estados Unidos para que su mujer diera a luz. Y mucho más aún que se posicione en defensa de los derechos humanos del Sahara cuando paralelamente apoya manifestaciones a favor de los presos de ETA. Es curiosa su vara selectiva para medir unos y otros actos delictivos.

"Bardem, apoyando la sanidad pública
y los derechos del Sahara"

Maribel Verdú: “un sistema injusto que roba a los pobres para dárselo a los ricos”. Y mientras ella, en un episodio ‘solidario’ con el proletariado, enfundada en un vestido de miles de euros y haciendo campañas capitalistas para El Corte Inglés. O dedicándole el premio a los desahuciados mientras promocionaba hipotecas. O participando como accionista en una clínica privada… Lo que está es un perfecto derecho, oye. Pero que no trate de vender la moto.

"Verdú le dedicó el premio a los desahuciados"

La gota de la noche la colmó Candela Peña, cuando afirmaba que había visto morir a su padre en un hospital público donde “no había agua ni mantas para taparlo”, una declaración que, sacada de contexto, parece definir mejor a una clínica tercermundista que a una de un país europeo como es España. Pero lo curioso del dato es que el trágico hecho aconteció en 2010 y ha tenido que esperar nada más y nada menos que tres años para denunciarlo en la gala pública de Los Goya, en vez de en un tribunal.

"Candela Peña denunció la falta de agua y mantas
en un hospital público de Barcelona"

Desde luego al auténtico proletariado se les tiene que “hinchar las narices” ante tanta sarta de ‘memeces’. Pero parece que está de moda apoyar al pueblo desde una vida de ricachón elitista mientras unos pasan unas tremendas necesidades. Así es muy fácil reivindicar nada. Pero más fácil es aún que pierdan toda la credibilidad de la palabra. Aunque no hay que meter tampoco a todos en el mismo saco. Actores como Concha Velasco, Belén Rueda o José Coronado declararon que no era la noche idónea para protestar.

"Está de moda apoyar al pueblo
desde una vida de ricachón elitista

Porque evidentemente sí, la cultura es un derecho del ciudadano en cualquier país, especialmente democrático, del que no se puede privar. Y el cine se encuentra dentro de este sector. Y evidentemente, también, los actores están es su total derecho de participar en la crítica política y manifestar su discrepancia, pero no en una gala subvencionada de forma pública, ni mucho menos. Porque recordemos que el señor Rajoy, para gusto o disgusto de muchos, ha sido votado de forma democrática por una mayoría. Los mítines hay que hacerlos fuera de los escenarios, sean por conformidad o disconformidad con el Gobierno. Y más teniendo en cuenta las subvenciones que reciben de este, con lo que muchos españoles no se encuentran en absoluto de acuerdo. Quizá habría que tomar ejemplo de la gran industria americana y buscar otras vías de financiación privadas, seguramente mucho más fructíferas que las ayudas de un endeudado Estado.

"La cultura es un derecho ciudadano
de cualquier país"

Los premios del cine español, una celebración que ha desatado la polémica por su reivindicativo carácter político. Unos Goya que criticaban unos recortes… pero para una mayoría la gala fue perfectamente recortable.

(Artículo publicado en: http://lanoticiaimparcial.com/la-carga-politica-de-los-goya/)




Andrea Mateos
@prepyus

16 febrero 2013

Reflexión: perfecta imperfección

La mayoría de la gente tiende a buscar la perfección. Y se desilusiona tras un intento fallido.


 La perfección es como el anarquismo: algo idílico… bonito, pero imposible. Y lo imposible, señores, está más allá de las fronteras de lo que algún día podremos llegar a alcanzar. No quiero pecar de realista, ni mucho menos. Porque siempre me he considerado una soñadora, que dista de ilusa en un ligero matiz. Los soñadores viven en la realidad pero construyen el paraíso en un mundo paralelo. Los ilusos viven de sueños, participan en nuestro mundo pero no están en este. Y ahora será cuando muchos ilusos me digan: “si puedes imaginarlo, es que existe. La existencia es en cuanto que la piensas.” No quiero meterme con los ilusos, me resultan seres simpáticos, pero entonces me gustaría decirles: “¿Existe? Piensa en un ave fénix y ahora… ¡sácalo fuera de la mente!”

"La perfección es como el anarquismo"


La mente… la mente es el estado más complejo que existe, pertenece a otra realidad. De hecho, es el punto intermedio de conexión entre la realidad y lo ficticio. Un espacio incorpóreo que se haya en nuestro mundo y el mundo de las ideas. El alma… Cuando morimos, todos tenemos que desprendernos de lo físico y pasar obligatoriamente por el estado de la imaginación para ascender al cielo. Pero sigamos con el tema de la perfección, que es el que hoy nos ocupa.

"La mente es el punto intermedio
entre la realidad y lo ficticio"

La perfección es el desarrollo completo de las cosas, el grado mayor de excelencia de su línea. Y ahora, y algunos me tacharéis de chiflada, os voy a soltar la paradoja: si la perfección es el desarrollo completo de las cosas, el cumplimiento de la función exacta que hemos venido a llevar a cabo a este mundo, la función humana es, de esta manera, cometer errores. Porque la naturaleza humana lleva implícita la imperfección en su propia condición. Y, según esto, todos estaríamos cumpliendo a la perfección nuestra función, que no es otra que la de errar. El ser humano es, por tanto, PERFECTO.

Perfectos o no, demos la bienvenida a nuestra perfecta imperfección.

 
Andrea mateos
@prepyus

La corrupción española en la economía europea

Los mercados financieros no viven al margen de la realidad política y la inestabilidad se refleja en la prima de riesgo y el coste de la deuda. El gobierno cotiza la bolsa y, por eso mismo, muchos achacan este ambiente de incertidumbre al descenso de la economía que tuvo su origen en el pasado lunes negro.




Sin embargo, según los expertos, los recientes escándalos que salpican a los partidos tendrán un impacto reducido en las bolsas y los bonos de la Unión Europea. De hecho, los principales líderes europeos respaldan a España y aseguran que el mercado no ha perdido la tendencia alcista y que el interés de la deuda española sigue estable. Y es que parece que la inestabilidad política solo fue uno de los muchos ingredientes explosivos que reventaron en la primera jornada negra de los mercados desde que comenzó 2013. Los escándalos por corrupción no perjudican la economía de forma decisiva, pero tampoco la benefician, ni mucho menos.

"Los escándalos por corrupción
tendrán un impacto reducido en las bolsas"

La información sacada por el diario El País sobre el caso Bárcenas ha sido la gota que ha colmado el vaso ante una población ya de antemano indignada, creando un clima social y político inestable que no favorece en absoluto al país, especialmente fuera de las fronteras nacionales. Pero no hay que olvidar tampoco que unas fotocopias no constituyen prueba judicial y que las investigaciones están demostrando cada vez más que no hay indicios ilegales en las cuentas de los populares. Lo que tampoco quita, ciertamente, la existencia de dinero B, por parte de ningún partido. Pero ante la inexistencia de pruebas evidentes, no hay que hacer saltar la alarma por unos simples datos más o menos taxativos. Nunca tan poco perjudicó tanto a tantos.

"Un clima social y político inestable
que no favorece en absoluto al país"

Algunos apuntan a que se trata de una trama para derrumbar al gobierno. El presidente, por su parte, descarta hacer cambios en su equipo directivo y afirma que tomará acciones anti corrupción que afectarán incluso al Código Penal. En cuanto al resto, asegura que va a continuar con su plan político de recortes, unas medidas (populares o impopulares) de las que de momento solo se pueden decir que se han tomado. Lo de ‘buenas’ o ‘malas’ será un adjetivo que se coloque tras ver si España remonta o retrocede todavía más. Cuando un agricultor planta unas semillas, lo hace con el fin de que estas prosperen, pero el tiempo es el único que verdaderamente sabe si germinarán o permanecerán latentes. Lo demás son meras especulaciones adivinatorias. Y últimamente parece que salen videntes hasta de debajo de las piedras.

"Algunos apuntan a a que se trata de una trama
para derrumbar al Gobierno"

Pero lo cierto es que ya se atisban los primeros brotes verdes. El paro sigue siendo el principal problema de la crisis y la reforma laboral lleva un año desde su entrada en vigor, con dos huelgas generales de por medio. Pero según los últimos informes, el ritmo de destrucción de empleo se ha ralentizado de un 13% a un 8%, lo que supone 400 trabajos menos destruidos por día. Y, aunque aún queda un trecho para una óptima creación de empleo, son unos datos que resultan cuanto menos alentadores para una meta que cada vez se atisba más cercana. Los próximos meses van a ser decisivos para España. Y de todos los ciudadanos depende hacer un último esfuerzo y exportar una buena imagen del país para atraer a nuevos inversores que aceleren el proceso.

(Artículo publicado en: http://lanoticiaimparcial.com/la-corrupcion-espanola-en-la-economia-europea/)


Andrea Mateos
@prepyus

10 febrero 2013

La línea editorial no es sinónimo de sensacionalismo

Ser objetivo es no deformar voluntariamente los hechos. Y digo voluntariamente, pues siempre que se compone una noticia informativa, el periodista no puede evitar dejar parte de la objetividad por el camino a la hora de seleccionar los hechos y decidir en qué orden los redacta. La objetividad pura es prácticamente inexistente. Pero eso no debe quitar para que el periodista, como profesional de la comunicación que es, intente alejarse del sensacionalismo, algo que en los últimos tiempos ha sacado a relucir de nuevo el debate sobre el agujero negro de la imparcialidad en los medios de comunicación social.



Y entrados en este apartado, he de decir, sin embargo, que me declaro una clara defensora de las líneas editoriales. Me explico… Para mí el periodista tiene el primordial deber de transmitir una información veraz. Y en eso todos estaremos de acuerdo. Pero para mí el periodista también, y esta es una reflexión propia que podréis compartir o no, está en deuda constante con el lector y sus intereses. Es decir, debe establecer el difícil equilibrio entre las inquietudes y pensamientos de su público, con el derecho del ciudadano a recibir una información veraz. Porque gracias a los lectores, el periodismo es una profesión, sino sería un simple hobby no remunerado. Escribimos para que nos lean. Y precisamente por eso tenemos una deuda pendiente con quien nos está leyendo.

"El periodismo tiene una deuda con la información veraz
y los intereses de su público"

Pero las noticias no dejan de ser productos que se exponen en un mercado. Hay clientes que, cuando van a un establecimiento, compran camisetas moradas, mientras que otros las prefieren rojas o incluso de rallas. Y lo mismo pasa con quien compra un periódico. Por ello es necesario que exista prensa de izquierdas, de derechas, monárquica, republicana, o hasta religiosa. Nadie quiere ir a un quiosco y encontrarse con cien periódicos iguales, cambiando únicamente en su maquetación. El periodista se debe a la información, pero también se debe a su público. Y puesto que hay diversidad de públicos, tiene que haber también diversidad de líneas editoriales. La población es un bloque social segmentado. Pero alcanzar ese equilibrio entre el lector y la veracidad es harto complicado.

"Las noticias son productos
que se venden en el mercado de la información"

La línea editorial es el rasgo distintivo entre los múltiples tipos de prensa, es su sello diferenciador, lo que les vuelve ‘atractivos’ y ‘originales’, en definitiva, únicos. Y hasta ahí, es un factor positivo. De hecho, muchos lectores lo que están buscando precisamente es leer algo que reafirme y complete sus ideas; y otros, simplemente, que les hagan reflexionar sobre su pensamiento contrario.

"La línea editorial
es el sello diferenciador de los periódicos"

Pero la cuestión es mucho más compleja y la mayoría de periódicos se agarran, precisamente, a sus líneas editoriales para deformar los acontecimientos de forma voluntaria. Que en muchos casos no es que mientan –quiero penar que la mayoría de periódicos no lo hace-, o no es tampoco que sólo muestren una cara de la moneda. Sino que los hechos que sacan a la luz son exagerados y focalizados. Focalizar y exagerar la realidad no es mentir, pero tampoco es contar la verdad. Una cosa es tener una línea editorial, y otra muy distinta soltar los ‘boom’ de uno y otro bando en favor o beneficio político de la ideología del propio medio, perjudicando siempre al lado contrario. Y con esto, lo único que se consigue es que se ponga en duda todo lo que se escribe. Y eso no es periodismo.

"Algunos confunden línea editorial
con sensacionalismo"

Los medios deberían ser conscientes de los mensajes subliminales que transmiten a una sociedad que los acepta e interioriza. Las opiniones se alzan ante el individuo creando una mente colectiva, una mente colectiva para un colectivo robot. Ya no son capaces de pensar por sí mismos, porque otros lo hacen por ellos. Pero lo peor de esos pensamientos es que no son reales, están distorsionados, y a menudo se sirven de calumniar a los propios protagonistas de las noticias. Calumnia, que algo queda. Pero ese ‘algo queda’, ¿cómo se devuelve? Es un poder amoral que se alimenta de la destrucción de la honorabilidad de sus personajes. Y esa ‘carnaza’, ese sensacionalismo, está muy lejos de la información veraz… y, en definitiva, del propio periodismo. El sensacionalismo no salda esa deuda pendiente que describía al comienzo que tiene el periodista con su público. En absoluto. Las líneas editoriales se desgastan y son una herramienta que, como todos los utensilios, tienen única y exclusivamente dos usos: el bueno… y el malo. Y este último es al que generalmente se acude. ¿Líneas editoriales? Sí. ¡Pero ojo con caer en el escurridero del amarillismo!

 
 
Andrea Mateos
@prepyus

06 febrero 2013

El descrédito de la palabra

La presunción de inocencia es un principio democrático. Condenar socialmente sin pruebas y una sentencia judicial es ir contra la democracia. “Todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario”. Por otra parte, implantar la duda es otra forma de difamación, colocando a uno en la tesitura de tener que demostrar su inocencia. Es casi peor que la acusación, pues para acusar se necesitan pruebas y hechos y no simples principios de valor carentes de evidencia. Los encargados de hacer justicia son única y exclusivamente los jueces. Por ello, se debería luchar por un país donde los tribunales (y no el pueblo ni los medios) sean la única autoridad para juzgar, sentenciar y condenar.



Todo esto viene a colación de las últimas informaciones publicadas en el diario El País acerca de la supuesta trama de corrupción por parte del actual gobierno. Tocqueville citaba en uno de sus libros (“La Democracia en América) que “la libertad de prensa no solo deja sentir su poder sobre las opiniones políticas, sino también sobre todas las opiniones de los hombres”. Todo periodista debe ser consciente de la repercusión de sus informaciones, y publicar esa “carnaza” como la que ha publicado El País el pasado día, es dar de comer a una opinión pública ya enardecida que toma por verídico cualquier algarabía sin pruebas fehacientes y pone bajo duda los buenos haceres de los políticos honrados, que no son pocos.

"Una opinión pública ya enardecida
toma por verídica cualquier algarabía"

Resultan incomprensibles también aquellas personas que parecen regocijarse de los escándalos de corrupción cuando estos atañen al sector ideológicamente contrario. Señores, cuando la corrupción afecta presuntamente a un partido –sea el que sea- afecta también directamente al ciudadano y al país entero. ¿Quién en su sano juicio desearía una catástrofe que también le compete? Esto no es el clásico juego infantil de ‘tú más’ o ‘tú también’. Y menos cuando existe un presidente de la oposición que dirige un partido que, hasta el momento, es el único condenado por financiación ilegal. “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Y en esto, Rubalcaba carece de toda autoridad moral.

"Resulta incomprensible que haya gente
que se alegre por los escándalos de corrupción"

Pero también hay que tener en cuenta que los sobresueldos, en caso de existir, no aparecen en la declaración de la renta. El dinero B no se refleja en Hacienda. Lo único que se podría probar es que los datos ofrecidos por el diario El País se encuentran dentro de los límites legales. Pero eso no quita para que no haya habido ninguna irregularidad por parte de algún político. En los próximos días podrían rodar cabezas y los ciudadanos están esperando cambios en el gobierno. “No sólo hay que ser la mujer del César, sino parecerlo”, dice el refranero popular. Y cuanto más en política, donde se desempeñan cargos públicos al servicio de la sociedad. Algo que algunos parecen no tener en cuenta.

"Los sobresueldos no aparecen
en la Declaración de la Renta"

Se ven más nubarrones que zonas claras en el cielo y algunos sectores están pidiendo la dimisión del presidente. Pero en democracia, las urnas tienen su tiempo y de nada sirve buscar trochas para cambiar los resultados. Y menos aún cuando se trata de una filtración periodística (que no judicial) con pruebas más o menos taxativas. Sin embargo, a veces se tiene la sensación de encontrarse ante una sociedad hemipléjica donde solo importa un lado de la balanza, arrojando a la opinión pública al vacío de lo histriónico. Si se llega al poder mediante el proceso democrático de las elecciones, uno debería abandonar su cargo a través del mismo procedimiento. Salvo la existencia, obviamente, de una sentencia judicial que afirme tales inculpaciones. Y digo judicial, que no de calle.

"De nada sirve buscar trochas
para cambiar los resultados electorales"

Por otro lado, habría que separar a la institución de sus arrendatarios. Las personas corruptas no se encuentran en el mismo saco que las honradas. La ley del ‘imperio de lo malo’ no debería ser razón de peso para ensuciar el nombre de ningún partido, llámese Partido Popular o Partido Socialista Obrero Español. Únicamente se trata de erradicar y apartar de forma absoluta y contundente de la vida pública a todas aquellas personas que no lleven con rectitud su cargo. Porque este clima de incertidumbre no afecta solo a los ciudadanos, sino también al Estado a nivel internacional. Los estados son grandes mercados donde el resto de países invierte. Y nadie se ‘deja los cuartos’ en un país donde la situación política –y la social- no es estable. Y es que, las insinuaciones tan graves hacia el Gobierno, publicadas por el diario El País, deben ser probadas. Pero cuando esto pase, uno de los dos va a toparse de frente con la desacreditación eterna de su palabra.

(Artículo publicado en: http://lanoticiaimparcial.com/el-descredito-de-la-palabra/)



Andrea Mateos
@prepyus