05 noviembre 2013

¿Conmigo o contra mí?


Esta mañana hacíamos corrillo unos compañeros y yo mientras charlábamos sobre la decisión inicial tomada por el Ministerio de Educación en lo referente a las becas Erasmus. Mi postura estaba totalmente en contra. Y mis compañeros se extrañaban. No es la primera vez que al desmarcarme de algo que hace o dice la derecha, la gente se muestra sorprendida. Por eso, según volvía a casa en el autobús, me ha dado por escribir la siguiente reflexión: a menudo parece que tienes que comulgar a pies juntillas con el partido que teóricamente mejor te representa, siguiendo la misma línea continua que ellos te marcan y sin titubear.

Según parece, las ideologías se han apropiado de los discursos. Entonces, si yo estoy de acuerdo con algo que dice el partido socialista, ¿soy socialista? Y si mañana tengo que darle una palmadita en la espalda a la derecha, ¿soy de derechas? Parece que si tiendes más hacia un lado, tienes que rechazar de forma automática todo lo del otro, porque sino te habrás cambiado de ‘bando’, y eso es algo que, sorprendentemente, no termina de encajar en la mente del ciudadano español. Sin embargo, yo quiero pensar que no existen partidos que lo hagan todo mal, así como tampoco existen aquellos que lo hagan todo bien. Siempre hay errores de los que aprender y decisiones que son dignas de tomar como ejemplo, con independencia de la ideología. Pero parece que es mejor caminar con dos ladrillos a ambos lados de los ojos a pararse a observar y reconocer las buenas proezas del contrario.
"Las ideologías se han apropiado de los discursos"
Hay quien dice que vamos a retroceder hacia un pluralismo político, hacia ese principio de la transición donde aún no se sabía quién se iba a llevar la porción grande del pastel. La democracia ha tenido una clara tendencia por educarnos bajo el principio del voto útil, pero ese es un esquema que amenaza con romperse. Tenemos una pereza mental, ansiamos la libertad pero nos conducimos nosotros mismos por el mismo camino que la masa porque es más difícil hallar de forma individual senderos nuevos. Y cuanto menos pensemos, más fácil será recoger nuestro poder, que es su voto. Esa es la base del populismo. El individuo se auto limita: si apoyo esto, no puedo apoyar lo otro. Y la gama de matices es tan amplia… la verdad absoluta, precisamente, es el conjunto de esos matices. No es un conmigo o contra mí, no nos encasillemos.

"Es más fácil seguir a la masa
 
que hallar de forma individual senderos nuevos"
 

Existe también la llamada ley de la memoria histórica, y en esto tiene mucho que ver. A menudo se habla de las dos Españas, un término que, tengo que reconocer, aborrezco. Nos hacen creer en rojo y azul exclusivamente. Pero el rojo puede volverse escarlata o carmesí, y el azul en ocasiones violeta. Y todo ello sin pasar, además, por la restante gama de colores. Si por algo está caracterizada la democracia es por la diversidad. ¡Informémonos, conozcamos y demostremos que realmente la hemos conquistado! Que no se quede únicamente en un viejo libro llamado “Constitución” cogiendo polvo en la estantería. ¡Aprovechemos los derechos que nos pertenecen! Creo que tenemos un futuro mucho más arrebatador que caminar por el mismo bucle con las mismas cuestiones de un pasado que tan a menudo nos entorpece. No somos herederos de dos bandos enfrentados, somos hombres libres, racionales e independientes con capacidad propia para pensar y decidir.
"No somos herederos
de dos bandos enfrentados"
Los partidos a veces dejan de ser ideas para convertirse en votos envueltos en discursos que venden. Y está claro que, como personas individuales que somos, nunca va a haber ningún partido con el que nos sintamos representados en su totalidad. Está muy bien tener una ideología, todo el mundo debería tener una, pues es fruto de un proceso cognitivo en el que la persona se define a sí misma. Pero tener una ideología no implica postularte en un bando de forma fijada, solo que tiendes más hacia un determinado pensamiento. Pensemos, pues, con criterio propio, dejemos a un lado los complejos y no tengamos miedo a defender nuestras ideas o a desmarcarnos de lo que se presupone que debemos ser.

 

 
Andrea Mateos
@prepyus

No hay comentarios:

Publicar un comentario