07 mayo 2014

Debate sobre el futuro de Cataluña

El referéndum sobre la independencia de Cataluña se ha hecho eco en los medios de comunicación, convirtiéndose en una de las principales noticias de actualidad, incluso como tema de debate en las aulas... tal ha sido el caso esta mañana en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.


La primera frase que me llama la atención es la siguiente: "la Constitución Española no debe ser nunca una jaula de voluntad popular". Se comienza a hablar de la vulneración de los artículos constitucionales, como el artículo 3, referente al tema de la lengua catalana en su reciente polémica con Wert. Y me pregunto, ¿se está hablando de derechos vulnerados para justificar la vulneración que se pretende hacer con el futuro referéndum? Cojo la CE en la mano y expongo que fue aceptada en su momento también por el pueblo catalán. ¿Por qué la rechazan ahora? La respuesta es que fue aprobada únicamente por una minoría. Y me vuelvo a preguntar... ¿no sienten que les represente porque no fue aceptada por una mayoría catalana, pero quieren la independencia a través de un proceso democrático, esa democracia que ha sido conquistada gracias a la constitución que pretenden vulnerar? Y ya que hablamos de minorías... ¿pretenden que el estado español les conceda la independencia por la votación minoritaria de una región? Es decir... la CE sólo tiene validez para defender que se han violado sus derechos, pero nunca para los que ellos pretenden vulnerar; la CE no les representa porque fue aceptada por una minoría, pero esa minoría que rechazan cobra fuerza cuando se trata de su independencia; hablan de una democracia rota, pero pretenden desprenderse de España a través de esos cauces democráticos que critican...


El artículo 149.1.32ª de la CE  establece que convocar una consulta popular vía referéndum es competencia exclusiva del Estado y no de una Comunidad Autónoma. Del mismo modo y, sin ir más lejos, el artículo 2 dice que "la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles". Lo que quiero decir es que el referéndum que pretende llevar a cabo Mas es asunto de TODOS los españoles, y no sólo del pueblo catalán, pues es competencia del estado español, que es del que desean desprenderse. ¿Y qué pasa con los catalanes que sí quieren ser españoles? No hay que olvidar que han nacido en España y que, para dejar de serlo, tendrían que quitarse su esencia, lo que es físicamente imposible. En definitiva, un pueblo que quiere excluirse de la colectividad de la que históricamente forman parte. Citando a Umbral: "por defender la memoria propia, niegan la memoria que ellos tienen en común con otros, que es casi toda".


Hablemos de historia. Cataluña no ha sido nunca un reino, ni una nación, ni un estado, ni un principado, ni siquiera un condado (fueron nueve, y el título de conde que recibieron los reyes aragoneses era el de Barcelona, no de todo el territorio). Sus soberanos han sido siempre reyes de España, Aragón o Francia. Las tierras catalanas fueron hasta el 801 parte de una provincia hispanorromana, francesa hasta 1258 (año en que se firma el Tratado de Corbeil que tuvo lugar entre Luis IX y Jaime I, donde los condados franceses que se correspondía con el territorio que hoy es Cataluña pasaban a la corona de Aragón) y aragonesa y española en los posteriores años. Incluso  durante la Guerra de los Segadors (1641-1659), periodo en que Cataluña ciertamente fue independiente de España, estuvo sometida a la soberanía de otro país: Francia. Así, la bandera cuatribarrada a la que se aferran, hay que recordar que era la tradicional de los reyes de la corona de Aragón, no de condes.


Entrando en la perspectiva económica, el Gobierno cede a la Generalitat una serie de ingresos para que no se colapsen sus cuentas. La independencia supondría unas fronteras económicas, trámites aduaneros e impuestos. Sólo la creación de aduanas representaría una pérdida importante del PIB, y todo ello sin tener en cuenta que la mayor parte de la producción de Cataluña pasa al mercado nacional español, no internacional. De este modo su integración en la UE tampoco sería fácil. Reconocer  a un estado no es cosa de dos días, al menos se necesitaría una década únicamente para que la Unión se planteara incluirla y, aún así, no sería cierto que ingresara, por la negativa de España y, seguramente, de Francia y Reino Unido (ambos con problemas también de nacionalismos).


Para finalizar y dejando de lado la historia, la Constitución e incluso la economía, si Cataluña tiene que independizarse, que lo haga, pero que sea una voluntad nacional. Leí una vez que "las identidades sólo son homogéneas en la ficción; en la realidad existe una saludable diversidad que nos enriquece a todos, aunque a algunos les pese". Quedémonos con esa idea. Y, tirando del discurso emotivo que tanto les gusta a los independentistas, me niego a creer en una Cataluña independiente... porque amo Cataluña y, cuando amas a alguien, luchas hasta el final para no dejarla ir.






Andrea Mateos
@prepyus



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