23 febrero 2013

La carga política de Los Goya

Días antes de su celebración ya se encontraba en el punto de mira. En 2003 lo hicieron con el ‘no a la guerra’, y este año venía pisando fuerte la idea de que el acto de los Goya se volviera a convertir en un evento de carácter político. Y nada más lejos de la realidad. Una noche atestada de críticas hacia el Rey, Urdangarín, los Príncipes de Asturias, Bankia, o los recortes adoptados por el Gobierno que eclipsaron, en cierta manera, el glamour de la alfombra roja española.



Enrique González Macho, presidente de la Academia de Cine Española, afirmaba que “el cine español no es de los de la ceja, ni de los del bigote, ni de los de la barba, (…) el cine nos pertenece a todos.” Y efectivamente, el cine nos pertenece a todos porque somos todos los que lo pagamos, aunque la mayoría de sus películas no sean representativas. No hacen el cine que el ciudadano espera y, en un amplio sector, es una mayoría la que pone en duda la calidad de sus largometrajes, que estima a la baja. Pero sin duda los ‘protagonistas’ de la noche no fueron los galardonados. Las perpetuas críticas hacia el Gobierno captaron toda la atención de gala. Actores como Javier Bardem, Maribel Verdú o Candela Peña dejaron clara su disconformidad hacia las últimas reformas adoptadas por los populares. Y así lo mostraron reiterativamente en sus respectivos discursos.

"Algunos actores dejaron clara su disconformidad
hacia las últimas reformas"

Resulta paradójico escuchar a un ‘heroico’ Javier Bardem en apoyo de una sanidad pública cuando meses antes había reservado una planta entera en una de las mejores clínicas privadas de Estados Unidos para que su mujer diera a luz. Y mucho más aún que se posicione en defensa de los derechos humanos del Sahara cuando paralelamente apoya manifestaciones a favor de los presos de ETA. Es curiosa su vara selectiva para medir unos y otros actos delictivos.

"Bardem, apoyando la sanidad pública
y los derechos del Sahara"

Maribel Verdú: “un sistema injusto que roba a los pobres para dárselo a los ricos”. Y mientras ella, en un episodio ‘solidario’ con el proletariado, enfundada en un vestido de miles de euros y haciendo campañas capitalistas para El Corte Inglés. O dedicándole el premio a los desahuciados mientras promocionaba hipotecas. O participando como accionista en una clínica privada… Lo que está es un perfecto derecho, oye. Pero que no trate de vender la moto.

"Verdú le dedicó el premio a los desahuciados"

La gota de la noche la colmó Candela Peña, cuando afirmaba que había visto morir a su padre en un hospital público donde “no había agua ni mantas para taparlo”, una declaración que, sacada de contexto, parece definir mejor a una clínica tercermundista que a una de un país europeo como es España. Pero lo curioso del dato es que el trágico hecho aconteció en 2010 y ha tenido que esperar nada más y nada menos que tres años para denunciarlo en la gala pública de Los Goya, en vez de en un tribunal.

"Candela Peña denunció la falta de agua y mantas
en un hospital público de Barcelona"

Desde luego al auténtico proletariado se les tiene que “hinchar las narices” ante tanta sarta de ‘memeces’. Pero parece que está de moda apoyar al pueblo desde una vida de ricachón elitista mientras unos pasan unas tremendas necesidades. Así es muy fácil reivindicar nada. Pero más fácil es aún que pierdan toda la credibilidad de la palabra. Aunque no hay que meter tampoco a todos en el mismo saco. Actores como Concha Velasco, Belén Rueda o José Coronado declararon que no era la noche idónea para protestar.

"Está de moda apoyar al pueblo
desde una vida de ricachón elitista

Porque evidentemente sí, la cultura es un derecho del ciudadano en cualquier país, especialmente democrático, del que no se puede privar. Y el cine se encuentra dentro de este sector. Y evidentemente, también, los actores están es su total derecho de participar en la crítica política y manifestar su discrepancia, pero no en una gala subvencionada de forma pública, ni mucho menos. Porque recordemos que el señor Rajoy, para gusto o disgusto de muchos, ha sido votado de forma democrática por una mayoría. Los mítines hay que hacerlos fuera de los escenarios, sean por conformidad o disconformidad con el Gobierno. Y más teniendo en cuenta las subvenciones que reciben de este, con lo que muchos españoles no se encuentran en absoluto de acuerdo. Quizá habría que tomar ejemplo de la gran industria americana y buscar otras vías de financiación privadas, seguramente mucho más fructíferas que las ayudas de un endeudado Estado.

"La cultura es un derecho ciudadano
de cualquier país"

Los premios del cine español, una celebración que ha desatado la polémica por su reivindicativo carácter político. Unos Goya que criticaban unos recortes… pero para una mayoría la gala fue perfectamente recortable.

(Artículo publicado en: http://lanoticiaimparcial.com/la-carga-politica-de-los-goya/)




Andrea Mateos
@prepyus

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