02 marzo 2013

Hablando del bipartidismo

Un amplio sector apunta que el bipartidismo existe porque sólo hay dos partidos con los que el ciudadano se sienta verdaderamente representado. Gran parte de la población se queja del bipartidismo pero, a fin de cuentas, es lo que el ciudadano quiere porque les sigue votando. Las urnas no mienten. Pero, ¿por qué lo amonestan si es lo que ellos mismos han elegido democráticamente? ¿Desinformación? ¿Voto útil? ¿Porque no dar el voto a unos es dárselo al sector ideológicamente contrario? Sería como elegir entre un mal y un mal peor, como una forma de castigar a un partido, votando a otro con el que no se está totalmente de acuerdo pero es preferible que su contrario.


Un votante, sea de derechas o de izquierdas, tendría que percibir otros partidos como ‘cercanos’ a los que poder votar. Pero cuando en un mercado te ofrecen dos únicos productos -o tú percibes que solo hay dos únicos productos- no te queda otra que no comprar, o comprar obligatoriamente uno de los dos. El ciudadano no ve otras alternativas cercanas a su ideología, lo que puede llevar al conformismo de los partidos porque saben que tarde o temprano van a volver a salir elegidos.


Corrupción y aspectos negativos

-¿Favorece el bipartidismo a la corrupción? En los últimos tiempos la democracia se ha visto salpicada por este gran mal. Puede ser que los dos grandes partidos se vean encauzados por el poder porque saben que sus votantes ‘no ven’ otras opciones. Con ello, los partidos no se depuran a sí mismos. Esto no pasa en otros países de la UE. Por ejemplo, Guttenberg, ex ministro de defensa alemán, dimitió únicamente por haber copiado partes de su tesis doctoral en la universidad. En España por asuntos más graves no se dimite.

En el modelo vasco, volviendo al caso español, ningún partido consigue la mayoría absoluta, lo que le lleva a la obligación de pactar. Es una forma de poner trabas a la corrupción, que no la evita, pero la hace más difícil, pues hay varios partidos con poder que establecen un sistema de control. A mayor oposición, más dificultad para corromper el gobierno.

Aunque en contraposición a esta teoría, según algunos estudios, la corrupción es menor cuanto menor es el número de partidos. El multipartidismo lleva a la coalición entre partidos, que lleva a su vez a que los votantes y los propios partidos no penalicen la corrupción de manera eficaz. No les interesa. No es como en un sistema bipartidista donde la oposición actúa como controlador, pues todos aquellos datos que perjudiquen al contrario son votos para él. Sin embargo, en un sistema multipartidista, ¿quién es el responsable de corrupción cuando se trata de un tripartito? No interesa que cierta información salga a la luz, como sí pasa en el bipartidismo.

-Por otra parte, hay que hablar también de la colonización del bipartidismo en el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo, el Banco de España, la Fiscalía General del Estado, los tres poderes…e incluso en los Medios de Comunicación Social que se ven monopolizados, dando cobertura, prácticamente en exclusiva, a los dos grandes partidos. Algo de lo que se quejó UPyD en las elecciones autonómicas de mayo de 2011.

Aspectos positivos

-Impide el surgimiento de otros partidos estrafalarios que puedan subir al poder, como en algunos países de la UE, donde existen formaciones de extrema derecha, anti- europeístas o anti-sistema. Vemos un claro ejemplo en Italia, con el ascenso del partido del cómico Grillo.

-El bipartidismo vuelve más estable el país. En España se tiene la costumbre de que los distintos gobiernos no tengan en cuenta el anterior. Destruyen el antiguo sistema e implantan el suyo nuevo. Imagínense si pasa esto con un sistema bipartidista, lo que pasaría con un polipartidista. Se crearía una situación de inestabilidad en muchos casos insostenible que, por supuesto, afectaría también a la comunidad internacional.

-Garantiza gobiernos fuertes y da con facilidad mayorías absolutas. No es un modelo perfecto, pero es ‘menos malo’ que otros.

La ley electoral española

En España se lleva a cabo el sistema de D’Hont. Establece que un partido pueda sacar, por ejemplo, 3 escaños en provincias pequeñas y, sin embargo, con los mismos votos no obtendría un diputado en Madrid y Barcelona. Por lo que un voto en las pequeñas vale por 2 ó por 3 de las más pobladas.

Consecuencias:

a) Modelo bipartidista imperfecto: no toma en consideración los votos obtenidos en toda España.

b) Ventaja nacionalista: beneficio a partidos pequeños con gran implantación regional, como CiU, ERC o PNV.

c) Escasa representación para partidos como IU o UPyD: obtienen muchos votos en conjunto, pero no consiguen en la mayoría de las provincias el porcentaje mínimo para optar a un diputado. Mientras que otros partidos con menos votos nacionales obtienen más escaños, porque todos sus votos se concentran en pocas circunscripciones.

d) El hecho de dar 2 diputados por provincia: hace que las poco pobladas estén sobrerrepresentadas.

Puede ser que el sistema electoral no nos represente, pero las reformas a veces se las carga el diablo y no aseguran la solución al problema. Nuestro sistema electoral es igual en cuanto a 1hombre-1voto, pero ese voto no vale por igual. En política es muy difícil establecer un sistema perfecto, alcanzar ese punto equilibrado donde se sitúa la justicia. Sin embargo, el modelo español no merma la democracia, pero habría que abrir cauces novedosos de participación a otras formaciones políticas y, en general, a los ciudadanos.

Por otra parte, la democracia se define como el gobierno de la mayoría, respetando también las minorías. Pero a lo largo de la historia, se ha visto que las democracias a menudo tienen una clara tendencia hacia el bipartidismo, donde una minoría se queda sin representación. Lo que resulta una paradoja: es la propia democracia la que excluye algunas formaciones políticas. Pero siempre he tenido la firme creencia de que el ser humano es un ser antagónico por naturaleza y, aunque en el antagonismo también cabe una gama de matices, siempre tiene la necesidad de posicionarse dentro de uno de los dos bloques sociales. El ser humano construye la democracia por su naturaleza libre y constituye un sistema bipartidista por su esencia antagónica.

Debate

-¿Está en crisis el bipartidismo? Porque las encuestas siguen situando al PP en primer lugar y al PSOE en segundo.

-¿Habría que reformar la ley electoral y, con ella, la Constitución? Recordemos que es la propia constitución el origen de la actual ley electorial, principalmente en en su artículo 68. ¿Se deberían establecer listas abiertas?

-¿Los sistemas democráticos tienden inevitablemente al bipartidismo? Hasta las alianzas entre partidos tienden a establecer dos bloques enfrentados. Ej.: en el último tercio del siglo XIX ya existía bipartidismo con el turnismo de Cánovas y Sagasta a raíz del Pacto del Pardo de 1885. Ese turnismo dio lugar a la consolidación del poder y, en consecuente, al caciquismo. Lo que ahora es corrupción.



Votar es vivir en democracia, es reafirmar que has conquistado unos derechos que te pertenecen, es un derecho constitucional. Y al fin y al cabo, bipartidismo o no, la sociedad tiene en mayor o menor medida lo que vota… o no vota. Porque los ‘no votos’ también inclinan la balanza hacia el bipartidismo.

   
Andrea Mateos
@prepyus

8 comentarios:

  1. Alejandro Alex2 mar 2013, 21:01:00

    La ley electoral, como ley, no es mala. El ciudadano tiene lo que vota, y si son dos los únicos partidos que obtienen elecciones tras elecciones más del 75% de los votos... Es una realidad. Quizá apuntaria a que el fallo está más bien en la conciencia ciudadana. Ese es el verdadero problema.

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  2. Algunos apuntan a que la CE no cubre las necesidades actuales de la población española. Puede ser. Pero recordemos que nuestra Constitución es de las más jóvenes. Miremos la americama por ej. Pero también es verdad que la americana ha sufrido diversas enmiendas a lo largo de la historia. No tenemos porqué cambiar de Constitución, sino actualizar aquellos artículos que se hayan quedado anticuados, como aquellos que afectan a la Corona. En cuanto a las listas abiertas.. Pues bueno, es un arma de doble filo. Estaria muy bien que los españoles pudiéramos elegir al cabeza de lista. Pero con la falta de sensatez que hay en nuestro país quizá el cabeza de lista no sería el más indicado.

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  3. Creo que desde el nacimiento de las democracias hay una clara tendencia hacia el bipartidismo. El ser humano siempre necesita colocarse en uno de los 'bandos'. Hasta en países donde los partidos se sitúan en una misma línea ideológica. Me refiero al caso de EEUU, republicanos y demócratas son de derecha y centro derecha, pero bipartidistas al fin y al cabo. E incluso en los sistemas multipartidistas como en País Vasco, a la hora de hacer coaliciones, se separan en dos bloques (nacionalistas, no nacionalistas, por ejemplo). Lo que quiero decir es que si el bipartidismo se da en los países democraticos, no será un mal modelo a fin de cuentas. Tiene su aspecto negativo, como todo. Pero en mi humilde opinión pesa más la balanza de lo positivo. Qué en España se esté haciendo una mala gestion de ese modelo? Puede ser. Pero Observemos a otros países occidentalizados bipartidistas.

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  4. Yo creo que el bipartidismo existe principalmente por tres cosas:
    a)el voto duro: PPSOE tienen unos votantes fieles qur aunque se sientan decepcionados con su partido les van a seguir votando con tal de que no salga el contrarío
    b)lod indecisos: votan al PPSOE porque aunqur no estén de acuerdo piensan que votar a otros es tirar el voto a la basura. Y todo esto sin tener en cuenta los mensajes subliminales de los MCS que actúan muchad veces como factores decisivos.
    c)la gran desinformación y conformismo qur hay rn la población. O no saben qur tienen otras alternativas (qur son muchas) o se conforman con los que gobiernan. Algunos a veces hasta ni votan. Pero luegp no tienen derecho a opinar si no lrs gusta quien gobierna.

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  5. Te ha faltado decir que la ley electoral permite la cercanía del ciudadano al político. El hecho de la integración territorial, que todas las provincias estén representadad, hasta lad poco pobladas, asignando un número fijo mínimo de diputados, es un hecho positivo que de otra manera no sería así.

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  6. En primer lugar,enhorabuena por el artículo Andrea, no creo en el peloteo 2.0 ya que mucha gente confunde la finalidad, sino en el reconocimiento de aquello que vemos que nos aporta valor y nos hace pensar sin ánimos de sesgar la información.

    ¿Qué opino al respecto? Mi respuesta puede que sea malinterpretada, pero creo que no digo ninguna insensatez si digo que estoy de acuerdo con todo y con nada, es decir, creo que muchos argumentos de los que expones tienen MUCHA razón, pero hay algunos que es necesario comentar:

    1) Monopolio.
    Como vemos desde hace tiempo,PP y PSOE son los que se reparten los ciclos. En la época de F.González y Aznar teníamos políticos íntegros y coherentes con sus ideas; para mí los políticos que más sensatez han tenido a lo largo de los años en España son Suárez y Anguita, ellos defendían sin contradecirse sus ideales y los de su partido. ¿Qué tenemos actualmente? Los mismos jugadores de un equipo que se cambian la camiseta (PP y PSOE).
    Por esa razón, como no les compensa cambiar una ley con la que van a estar cómodos en su estado, la siguen manteniendo. ERROR, eso genera discrepancias y crispación.
    Además, a colación de lo que apuntabas con el caso del PVasco, es peligroso que un partido tenga el "poder absoluto" ya que se ignoran otros puntos de vista y eso no ayuda a la sociedad.

    2) Coyuntura actual y quejarse por quejarse.
    No te digo nada nuevo si te comento que estamos en crisis ;) El problema de España es que SIEMPRE nos da por quejarnos. ¿Llueve? No me gusta ¿No llueve?Tampoco me gusta ¿Por qué? No lo sé...
    Al Gobierno siempre se le señala como el culpable de todo,todo lo hace mal (o al menos eso se oye). Es un problema de contexto: no se dan cuenta de que es gobierno de España está subordinado a Bruselas y las decisiones que se están tomando, algunas de ellas contraproducentes, no hacen sino perjudicar y empeorar lo que tenemos.

    3) Falta de alternativa.
    Es una pena, pero en España no hay ninguna alternativa electoral seria, fiable, sensato y con un plan electoral congruente y CLARO. Solo hay, quitando los absurdos nacionalistas, alternativas que sacan "contraideas", es decir, oposiciones a las decisiones de otros partidos. Si hay algo que deberían hacer es basar su plan electoral en diagnosticar las carencias de los demás pero sabiendo objetivamente que esas medidas beneficiarían al conjunto de España,y potenciar los aspectos positivos. Vale, de acuerdo, no siempre llueve a gusto de todos y, más triste aún, "soñar es gratis".

    4) Desgaste político (honradez).
    No voy a entrar en detalle, pero la clase política peca de deshonra, demagogia, transparencia, falta de claridad y "hablar en cristiano".

    5) Cultura política.
    Esta es la más preocupante (al menos así lo veo yo).
    Los griegos hablaban de ir al "origen" para entender las cosas y ver el porqué.
    Conozco a afiliados de ambas vertientes y canta demasiado lo mal que se cría la clase política. Es muy difícil que encuentres un simpatizante, afiliado o político con criterio propio y que no se haya visto influenciado/enajenado por lo que se dice desde arriba. No veo na limpieza ni renovación sana de pensamiento político. A menudo escuchamos el descalificativo "cachorros", pero en realidad parecen ovejas del mismo rebaño. Te pongo 2 ejemplos: algunas discotecas de Madrid y la película de dibujos "HormigaZ". Las dos están relacionadas: entras en un sitio y todos se mueven igual, sincronizados y sin un atisbo de personalidad.
    No hay nadie desde abajo que diga que lo que se está defendiendo esté bien o sea lícito por miedo a ser rechazado o porque no tenga criterio propio.
    No es ir de rebelde sino hacer ver con argumentos que es bueno redireccionarse y corregir en ocasiones el rumbo.

    En fin, menuda parrafada que he soltado, espero no haberte aburrido ;)

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    1. Buenas Miguel. En primero lugar GRACIAS. Ya sabes que soy una 'adicta' a la opinión, y la tuya siempre la tomo en consideración. En segundo lugar, estoy totalmente de acuerdo en todo lo que dices. Haciendo unas leves pinceladas...

      -Como bien dices, a veces se nos olvida y obviamos el gran detalle de que España, como miembro de la UE, está en muchos aspectos de vital relevancia subordinada. No sé hasta qué punto puede beneficiarnos este europeísmo, si alguna vez realmente lo hizo. Como idea, me pareció buena en su momento, pero están haciendo una mala gestión del modelo hacia una corriente alemanista. No sé si habrás leído el libro "El gentil monstruo de Bruselas o Europa bajo tutela". Lo recomiendo.
      -Por otra parte, este carácter 'quejica' que nos ha salido en los últimos años es contraproducente. Y es lo que estamos transmitiendo a los jóvenes. El futuro gobierno está ahora mismo estudiando la ESO, y es algo que no nos beneficia en absoluto. Como he publicado hoy en mi artículo 'Eterna transición' (http://lanoticiaimparcial.com/eterna-transicion/)
      -El bipartidismo, como todo en esta vida, tiene su aspecto positivo y el negativo. Es un tema que me interesa bastante pero del que no tengo una opinión clara. A veces no es tanto posicionarse a favor o en contra de algo, sino analizar todos los puntos de vista y ver qué conviene más a nuestro país y en qué momento. Más preocupante que el bipartidismo me parece el hecho de que un partido ponga más interés en llevar a cabo un programa ideológico para diferenciarse del 'otro' y no tener nada en común que les asocie, que llevar un programa ESTATAL en beneficio , si no de todos, de la gran mayoría de los españoles. Se les olvida la visión de estado y adoptan una visión partidista.

      En definitivas cuentas. Por supuesto que está bien y es necesario tener gente con las ideas claras y razonables. Pero tener una clara tendencia ideológica (por otro lado, inevitable), no quita para que todos los días nos cuestionemos nuestras propias ideas. La vida no es blanca o negra y nadie tiene la verdad absoluta. Y el hecho de ser crítico con uno mismo, que es la crítica más difícil de realizar, te acerca cada vez más a la virtuosa verdad.

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