22 abril 2013

La deriva social del escrache

Llevo tiempo queriendo escribir sobre los escraches… ¡Palabra basta donde las haya!



El escrache es una palabra importada de Argentina que se originó durante sus años más duros de dictadura, alcanzando su época de auge en los años 90’. Se trataba de una protesta inicialmente pacífica frente a los hogares de antiguos cargos militares a los que los ciudadanos suponían responsables de las desapariciones e injusticias hacia el pueblo argentino sufridas durante el gobierno de Menem. Sin embargo, en 2001 estas protestas degeneraron en tiempos del famoso “corralito”: de reivindicación pacífica pasó a convertirse en un acto de total acoso e intimidación, algo de lo que se ha apropiado actualmente la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en las calles españolas.

"El escrache es una palabra
importada de Argentina"

Sería momento de preguntarme ahora dónde estaban los miembros de la PAH cuando en 2009, 2010 y 2011 ya se producían en nuestro país el mismo número de desahucios que los que se han estado produciendo los pasados meses. O preguntarme también porqué cuando Carme Chacón creó en 2007 seis nuevos juzgados para agilizar los procesos nadie salió a protestar a la calle. Porque, efectivamente, ahora sería buen momento de preguntarme dónde se encontraban los miembros de la PAH en todos aquellos desahucios de gobierno socialista. Existir, han existido siempre. E incluso hasta de los que se han producido ahora, muchos venían de un sistema político pasado. Sin embargo, preguntarme por todo ello sería lamentar indirectamente que nadie hubiera hecho entonces ningún escrache en la casa de nadie. Y siento decir que no deseo el acoso hacia ningún ser humano, ni siquiera aunque ese ser humano llevara nombre de político corrupto. No se trata de echar las culpas a nadie ni de llenarme la boca hacia un pasado cuanto menos confuso. Se trata de frenar y buscar soluciones de forma pacífica y democrática. Ese debería ser el verdadero objetivo de todo.

"¿Dónde estaba la PAH
en los desahucios de gobierno socialista?

Creo que, después de esta breve reflexión de carácter puramente personal, puedo afirmar, en nombre de todos los demócratas, que la inicial meta de la PAH era un objetivo común prácticamente para todos los españoles: parar los abusivos e injustos desahucios que estaban dejando en la calle a miles de familias gracias a una ley hipotecaria anticuada que no se ajustaba a la situación actual. Pero, como casi todo tipo de movimiento de protesta social, de ese buen propósito inicial ya solo queda ceniza. Es curioso cómo se echan a la deriva. Y de aquí quizá haga algún día una tesis doctoral. Nunca se ha conseguido vincular especialmente a la derecha con ningún tipo de protesta social, eso era un protagonismo que siempre le ha correspondido a la izquierda desde tiempos inmemoriales. Pero toda protesta, manifestación o reivindicación, organizada y pacifista en sus comienzos, tiene una peculiar tendencia a derivar hacia el desorden y la inestabilidad.

"El objetivo inicial de la PAH
era una meta común para todos los demócratas"

Como periodista, tuve oportunidad de convivir con el movimiento 15M desde la perspectiva de redactora; una idea que, aunque reconozco no haber compartido nunca, me suscitaba cierta admiración y apoyo en un primer momento. Pero según avanzaban los días, se iba sumando gente que ensuciaba de alguna manera el buen propósito de los grupos iniciales, alejando al movimiento de su verdadera finalidad: establecer un sistema político justo. Y lo mismo estamos viviendo ahora mismo con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Seguramente haya aún gente que reivindique sus derechos de forma pacífica. Me merecen todo mi aplauso… Pero, desgraciadamente, siempre se oye más a los sectores radicales y anti sistema que a la gente de buen hacer.

"Siempre se suma gente que aleja al movimiento
de su verdadera finalidad"

Y llegados a este punto me pregunto, ¿qué es lo que hace derivar a esos movimientos sociales, organizados y pacíficos en un principio como digo, hacia el desorden y el caos absoluto? ¿Será que por eso la derecha nunca sienta como suyas esas reivindicaciones? Puede ser que, al igual que muchos políticos se ven deslumbrados al subir al poder, los grupos sociales se sientan invadidos por una supuesta superioridad moral, precisamente por ese gran apoyo colectivo del que cuentan. Pero esa ‘superioridad moral’ escala por encima muchas veces de la legalidad y la norma establecida, a la que tachan de injusta. Un ‘me tomo la justicia por mi cuenta porque la justica implantada es injusta’. Abogan lo que ellos llaman ‘voluntad popular’, una voluntad que quizá esté solamente ligada a su grupo de reivindicación social, y obviando a menudo que hay otra ‘voluntad popular’ (un término erróneo, pues ‘popular’ afecta a un conjunto, y aquí se estaría hablando de diversos bloques) que sí está de acuerdo con el sistema. ¿Quién establece lo justo y lo injusto en un sistema democrático? ¿Hasta qué punto son factibles los resultados de unas urnas? ¿Es la legalidad legítima? Sería un buen tema de del que todos tendríamos que hacer análisis…



Andrea Mateos
@prepyus

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